Los primeros yogures de Danone, -se producían unos 400 al día- eran envasados en tarros de porcelana con su tapa. De los envases de porcelana se pasó al cristal en los años 1950, con la característica de ser retornables. Alguien le dijo a Daniel Carasso: “A ti te cuestan los frascos y, si no te los devuelven, pierdes el dinero”. Él respondió, que el tarro que no le entregaban lo consideraba una inversión en publicidad.
Tomado de Museos de Terque
Tomado de Museos de Terque