Escriba sentado.
El escriba era el copista o amanuense de la Antigüedad. En la civilización del Antiguo Egipto, era un personaje fundamental, pues eran cultos, expertos en escritura jeroglífica, y conocían los secretos del cálculo, siendo los únicos capaces de evaluar los impuestos, asegurar los trabajos de construcción y transcribir las órdenes del faraón. Para los hebreos era el copista de las Sagradas Escrituras y, posteriormente, incluso el doctor e intérprete de la ley.
Taller del escribano