La lluvia caía incesantemente.
El cielo gris
plomizo hacía caer algunas nubes blancas
sobre la montaña.
Las masas algodonosas se
ajustan contra un cielo azul claro.
Las montañas bien dibujadas en la lejanía con sus perfiles de gnomos, su boca, nariz y
unos prominentes ojos. la recortan, vestidas de un manto verde oscuro que le cosquillea en
la espalda.
El viento es incesante.

