En 1233 el Papa Gregorio IX crea un Tribunal eclesiástico para reprimir las herejías y otros delitos cometidos contra la fe cristiana.
En España, en 1480, con los Reyes Católicos, aparecen los primeros tribunales. Existía un Consejo de la Suprema y general Inquisición presidido por un inquisidor general, además de tribunales en provincias. Las sentecias podían ir desde la absolución a la muerte en la hoguera, durante un acto público, el auto de fe.
La suprimen las Cortes de Cádiz en 1813, apareciendo después en el período absolutista de Fernando VII y siendo suprimidas definitivamente el 15 de julio de 1834,
Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmán de Pedro Berruguete