Tácito describe a los germanos

Mientras los germanos no hacen la guerra, cazan un poco y sobre todo, viven en la ociosidad dedicados al sueño y a la comida. Los más fuertes y belicosos no hacen nada; delegan el trabajo doméstico y el cuidado de los penates y del agro a las mujeres, los ancianos y los más débiles de la familia...
Los pueblos germanos no habitan en ciudades, es bien sabido; incluso no toleran que las casas sean contiguas. Se establecen en lugares aislados y apartados, en relación con una fuente, un campo o un prado, según les plazca. Las aldeas no están construídas como nosotros acostumbramos, con edificios contiguos y unidos unos a otros; cada uno tiene un espacio vacío que rodea a su casa.
En realidad no emplean ni piedras ni tejas, se sirven únicamente de madera sin pulimentar.



Tácito, "Germania", II