Sillas


Asiento de cuatro patas.

Con respaldo.
Dichos: Quien fue a Sevilla perdió su silla. 
(Te quedabas sin la silla cuando en una reunión había más gente y pocos asientos, te ausentabas un momento y ocupaban tu lugar)
Se le contestaba: Quien fue a Madrid la volvió a pedir.

Basado en un hecho histórico durante el reinado de Enrique IV de Castilla se concede el arzobispado de Santiago a un sobrino del arzobispo de Sevilla. El sobrino pidió a su tío que se ocupara él de Santiago que andaba algo revuelto y lo apaciguara y él se quedaba en el arzobispado de Sevilla. Cuando el tío regresa de Santiago, el sobrino se niega a abandonar Sevilla. Ante esto hubo que recurrir a la intervención del rey.