Desde
el neolítico sobre el 3500 a.c. los
sistemas de cultivo en la
Alpujarra se basaban en el cereal. Era un sistema
itinerante.
Los pueblos colonizadores darían lugar a una agricultura
basada en el cultivo y la ganadería. Un cultivo primitivo de regadío en
terrazas, desviando los cursos de agua, y asociado a él el ganado vacuno, la
cabra y la oveja, que con su estiércol mantendrían las tierras fértiles.
El paso de un sistema a otro coincidiría con la dominación
romana, manteniéndose durante la dominación visigoda el mismo sistema
agropecuario.
A partir del siglo VIII se inicia una transformación.




