La puerta oriental de la Alpujarra

Los musulmanes llegan en el año 711, conquistan la Península Ibérica y   pasa por distintos estadios,    emirato dependiente, emirato independiente, califato, taifas, almorávides, almohades,  y reino nazarí de Granada, hasta el año 1492.

 A mediados del siglo XIII, Al Ándalus queda reducida al Reino nazarí de Granada. Muhammed ibn Nasr crea la dinastía nazarí y funda el reino de Granada. En los últimos años esta dinastía mantuvo una guerra civil interna entre Al-Zagal, Muley Hacen, su hermano y el hijo de Muley Hacen, Boabdil, que fue el último rey de esta dinastía y fue derrotado por los Reyes Católicos, poniendo fin a la Reconquista. El Reino de Granada fue anexionado a la Corona de Castilla.




Una vez terminada la guerra se firman las Capitulaciones. A los musulmanes se les promete la conservación de su fe, sus bienes y su cultura. A partir del 2 de enero de 1492 todos los musulmanes pasan a ser mudéjares.


Pero esos acuerdos se quebrantan pronto y se les imponen una serie de prohibiciones como llevar armas o comprar tierras. Incluso se implantan impuestos solo para ellos como la farda, destinada a sufragar los gastos de construcción del Palacio de Carlos V. Además llega el cardenal Cisneros iniciando una conversión forzosa.


El 18 de diciembre de 1499 los mudéjares del Albaicín se sublevaron, deponiendo las armas tres días después. En 1500 se subleva la Alpujarra. Duró tres meses. Los Reyes Católicos promulgan una Real cédula el 12 de febrero de 1502, en la que se obligaba a los mudéjares a convertirse o al destierro. Se organizaron misiones evangelizadoras. El 12 de octubre de 1501 se quemaron todos los libros relacionados con el Islam. Esa misión no daba resultado por lo cual las prohibiciones aumentaban la presión para que dejaran su fe.


Se intenta acabar con esta situación cuando Carlos I visita Granada en 1526. Una Junta prohíbe el  uso del árabe, la alheña, los amuletos, las joyas todo lo que fueses una señal musulmana.



Al conocerse el documento un grupo de notables moriscos pide al rey la suspensión a cambio de una suma de dinero. Carlos decidió suspender  la prohibición de las costumbres moriscas.
En 1565 se cambia la política aplicada hasta entonces, prohibiendo todos los elementos distintivos de los moriscos. Intentaron negociar como ya lo hicieron en 1526, pero el rey se mostró inflexible.




La Guerra de las Alpujarras se desarrolla entre 1568 y 1571, reinando Felipe II. Los moriscos de Granada se alzan en armas contra la Pragmática Sanción de 1567 que pretendía obligar a los moriscos  a dejar su forma de vida.



  Se les prohíbe utilizar su lengua, vestimenta, los baños, las ceremonias de culto, las zambras, se vigilan sus casas, en viernes, sábados y festivos, se prohíbe hablar y leer en arábigo, que las mujeres fueran con la cara destapada, que bodas y fiestas se celebrasen  como las de los cristianos, que no usasen nombres ni sobrenombres “moros”, que no tuviesen esclavos negros, etc.







 Los moriscos procuraron  negociar pero el rey se mostró firme. Las gestiones fracasaron y comenzó la preparación del levantamiento.


La guerra se inicia en la víspera de Navidad de 1568. Fue una guerra despiadada, brutal, con torturas, escarnio, irreverente y destrucciones tanto materiales como vidas humanas. 

La Alpujarra se tiñe de rojo.






La guerra se caracteriza en los primeros meses por 

la destrucción




 de iglesias, muerte, y  fanatismo. 











“La taha de Marchena confina a poniente con la taha de Luchar, a tramontana con la Sierra Nevada, a levante con tierra de Almería, y  al mediodía con la Sierra de Gádor”