Describe las cosas
cotidianas, como las frutas, verduras y hortalizas. De tal manera las observan
que las ensalzan con una gran belleza a través de sus palabras. Desde una
alcachofa, calabaza, berenjena, manzanas, higos, dátiles sandías, naranjas,
limones, flores, jardines etc
por un jardín:
“Llegó el invierno, embozado en
sus nubes;
“Es una estación cuyos favores se reparten las demás;
a medida que avanza, sus cualidades embellecen y fertilizan la tierra”.
“Cuando las flores de la primavera se engalanan,
y los árboles se llenan de fragancia,
y sonreír al azahar, como boca de blanquísimos dientes”.
“Tras la primavera viene el verano, como quien duerme la siesta;
su mayor virtud es la hermosura y la fertilidad”.
“En pos de él, el otoño renueva la belleza y el encanto de la
primavera,
variados y semejantes”.
Abã ìa‘far ibn Sa‘§d:
“En el jardín hay
imágenes tuyas; por su causa se conmueven mis ojos y mi corazón apasionado.
La rama es tu talle; las
flores, la túnica;
la rosa es tu
mejilla y las margaritas, tu boca”.
si la maltratas con el
mondadientes;
la hermosa flor no sufre
que la toquen
los tallos del ar~k o de
la balsamina (baš~ma)”
Naranjas:
“¡Son ascuas en las
ramas, que así parecen más lozanas, o mejillas que enseñan las hermosas?
Muestra sus frutos el naranjo, como lluvia de lágrimas que la pasión ardiente
tiñe de rojo; sólidas gemas que si se licuasen, serían vino, y las manos que lo
escancian brazaletes”.
“El jardín es como una
bella, vestida con la túnica de sus flores y adornada con el collar de
perlas del rocío, o bien como un garzón, que enrojece con el rubor de las
rosas y se envalentona con el bozo del mirto”
“Disfruta del aroma del
narciso del Naíd,
y lo que hay detrás del
atardecer del narciso (‘ar~r)”
nos enseñó una rosa con
la que se elevó su belleza”