por el río Andarax pasando por Santa Fe
ascendiendo por la rambla de Gérgal o bien por el Andarax hasta su confluencia
con el río Nacimiento y desde allí pasando por Alhabia, Alsodux, Santa Cruz y
Alboloduy. Desde aquí a la población de Nacimiento.
Los romanos construyeron en la península una gran red de
calzadas. Las hicieron sobre caminos ya existentes.
Las primeras guías de caminos se realizaron en el Imperio
Romano, siendo las calzadas las más valoradas desde el punto de vista
estratégico. El Estado las construía con
una anchura de seis metros con vierteaguas en los márgenes. De las vías de segundo
orden se hacían cargo los municipios.
En el camino existían mansiones o mansos para descansar del
viaje, atender los caballos y aprovisionarte de alimentos. Podías alquilar
caballos o carruajes.
Cada milla romana (1481 metros), o sea cada mil pasos se
colocaba un miliario, una estela de piedra. Con los visigodos se potencian los
caminos que llevan a la capital, Toledo. Y en época musulmana se siguen
manteniendo las calzadas romanas. Se siguen construyendo puentes y se sustituye
la mansio romana por el manzil o el qasr, o sea, la venta o alcázar pues
también se utilizaban en misiones oficiales. Muchos caminos se pierden.