El afilaor

El afilaor, que llenaba las calles con su característico sonido en la mayoría de los pueblos. Apenas que se oía las mujeres se afanaban en buscar cuchillos y tijeras que no cortaban y se las llevaban para afilarlas. Los niños se quedaban mirando esas piedras de amolar y fijaban su vista en ellas escudriñando la manera de hacerlo.